La cronobiología es el estudio de los ciclos naturales de nuestro cuerpo: mental, físico y emocional y cómo se afectan por el sol, la luna y las estaciones. Debido a nuestros ritmos circadianos nuestra temperatura corporal, presión arterial, producción de hormonas, digestión y actividad inmune se repite en ciclos de 24 horas incluso si nos mantenemos en la oscuridad; se controla por:
reloj central, el núcleo supraquiasmático, sensible a la luz que capta nuestros ojos.
reloj interno de casi todos los tejidos y órganos.
Para evitar la desincronización (envejecimiento prematuro, cáncer, trastornos en el estado de ánimo y obesidad):
Evitar luz brillante por la noche y tenerla durante el día.
Comer siempre a las mismas horas teniendo la mayor parte de nuestra ingesta calórica hacia la mañana (incluso si trabajamos por la noche) para mejorar en: peso, azúcar, colesterol, presión sanguínea e inflamación:
Al desayunar, nuestros músculos son especialmente sensibles a la insulina, y consumen con rapidez el azúcar en sangre para llenar las reservas de glucógeno por eso si nos saltamos un desayuno, nos sentiremos con pocas energías y quemaremos menos grasas.
Después de cenar se usa directamente el azúcar como fuente de energía (y disminuimos la quema de grasas).
Otros consejos sobre tiempos:
Ya que los efectos de los fitonutrientes duran solo unas horas, debemos comer sano en cada comida.
Comer lento da tiempo para tener sensación de saciedad. Toma los smoothies a sorbos durante media hora usando una cañita.
Duerme 7-8 horas por noche. Acuéstate temprano y levántate temprano. Las siestas cortas están bien (no parece tener un impacto adverso en el sueño nocturno). No comas ni hagas ejercicio justo antes de acostarte y evita comer por completo durante la noche. Despertar más tarde durante los fines de semana podría dañar nuestro metabolismo.
Son ayunos de más de 12 horas (parar de comer a las 19.00) y menos de 24:
pierdes medio kg a la semana.
disminución de la presión arterial (123/82 a 112/72)
disminución del estrés oxidativo
mejor control de la glucemia y disminución de la resistencia a la insulina.
baja nivel de inflamación
sentirse con energía y dormir mejor.
Explicación:
Tendencia a comer unas 250 calorías de menos al día sin darte cuenta.
Mayor tendencia por la tarde a:
comer más grasas
intolerancia a los carbohidratos.
disminución del metabolismo
apetito.
Es el aumento en el apetito-antojos y somnolencia-letargo que comienza en el otoño (222 calorías más que en primavera), cuando nuestra exposición a la luz comienza a disminuir porque en los humanos, se han identificado genes similares a los de la hibernación. Este trastorno se puede mitigar exponiéndose a más luz en otoño ya que en la época moderna ya no necesitamos acumular grasas para pasar el invierno.